Los controladores de pH y electroconductividad permiten al cultivador ajustar los dos parámetros más importantes del agua de riego, que resultan imprescindibles para lograr cosechas abundantes en cultivo interior.
El pH o potencial de Hidrógeno es una medida de la acidez o alcalinidad del agua. El cálculo del pH se basa en una fórmula relativamente compleja, que no vamos a explicar aquí, pero básicamente mide la concentración de iones de hidrógeno en una disolución acuosa.
Para medir el pH se puede usar un indicador con gotas de reactivo o bien un medidor electrónico. El primero no necesita calibración, pero resulta menos preciso que el segundo. Se recomienda regar con un pH del agua alrededor de 6. Si tu agua lo tiene por encima deberás añadir un ácido para rebajarlo. Si tu agua ya es muy ácida, entonces debes optar por una base (pH UP) para ajustarlo.
La EC o electroconductividad es una medida indirecta de la cantidad de sales disueltas en el agua. El agua pura no conduce la electricidad, pero cuantas más sales (nutrientes) contenga más conductora será. A partir de esta electroconductividad se puede deducir la cantidad de partículas que hay en la mezcla, en partes por millón o ppm. Según la marca del medidor, el factor de conversión entre ppm y EC puede variar.
Durante cada fase de su vida la planta de marihuana requiere una electroconductividad determinada, que debería ser respetada por el cultivador:
Crecimiento: EC màxima 1,0 mS/cm
Prefloración: EC màxima 1,5 mS/cm
Floración: EC màxima 2,0 mS/cm
Engorde: EC màxima 2,3 mS/cm
Aunque algunas variedades híbridas soportan valores de EC más elevados, desde All2grow recomendamos no añadir más abono si no se conocen bien las necesidades nutricionales de la variedad...siempre es más fácil corregir una carencia que una sobrefertilización!